Lo bonito de viajar, de conocer mundo, de conocer otras culturas, es que puedes mirar el tiempo que va a hacer, saber con quién vas, lo que vas a visitar, pero incluso con todos esos datos, es imposible saber lo que te vas a encontrar al aterrizar en tu destino.
Esa enseñanza me la ha aportado Inglaterra, y es que como podéis leer, he viajado con el cole a este país, que me ha sorprendido incluso más que la última vez que fui , cuando estaba en 1º. Pero el viaje no se queda sólo en lo que hemos visto, sino en todo lo que éste ha llevado consigo, desde la gente que hemos conocido hasta los recuerdos que hemos dejado y, muchos más, los que nos hemos llevado. Así que esta experiencia mía propia, en la que he tenido la suerte de convivir una semana con una extraordinaria familia inglesa, no ha hecho más que enseñarme cosas..., una lengua, otras personas, otros lugares...., otras vidas. Y no ha hecho más que dejarme bonitos recuerdos, anécdotas y, por supuesto, muchísimas sonrisas.